Por Arturo Massol Deyá

El tiempo es la duración de una acción y a la Tierra le toma un año trotar alrededor del Sol. Con el fin del ciclo y de cara a un año nuevo, al frío navideño se le añade el tono reflexivo.

Qué ha pasado, dónde estamos, hacia dónde ir y cómo hacerlo son juicios comunes y necesarios. A esto agreguemos rendir cuentas: ¿qué hemos hecho con este tiempo?

Colectivamente, pasar juicio sobre qué ha pasado y dónde estamos nos puede dejar mal parados. La crisis social, económica y política sigue degenerando a pesar de los discursos autoglorificados de gobernantes que cuatrienio tras cuatrienio reclaman haber estabilizado la situación, todos sabemos que no.

Para un país que parecería que tiene poco que ofrecer en estos momentos, dedicarse a quitar parece la solución. Unos se dedican a robar elevando la temperatura de violencia social. Otros lo hacen, pero a fuerza de impuestos. Al final se trata de la cultura de quitar para sobrevivir.

Depender de un gobierno amarrado a una condición colonial y delegar en ellos la responsabilidad de reencaminar la vida colectiva del País nubla la razón del que espera sentado.

Como en víspera, se esperan regalos y se ansían mejores días y paz, pero ni el gobierno regala, ni los mejores días o la paz se logran aguardando.

La invitación es a mirar modelos alternos que reconocen problemas y trabajan soluciones sin que medien las promesas.

Muy cerca están los Centros Sor Isolina Ferré en La Playa de Ponce. ¿Cuál sería la realidad ponceña en el vacío de este Centro y sus servicios? Media el bien común, la buena fe, la intención de hacer bien aunque sean imperfectos y cometan errores.

¿Qué sería del País sin un José Vargas Vidot y las batallas de Iniciativa Comunitaria? ¿Qué de la justicia entre géneros sin MATRIA o de los pobres olvidados del Caño, sin las comunidades del Caño Martín Peña y de Península de Cantera?

Solo por mencionar a unos pocos, todos ellos pueden rendir cuentas de lo que hacen, del cómo lo hacen, de sus aciertos y desafíos.

En el tema ambiental también se goza de modelos de gestión territorial donde la sociedad civil ha sido la responsable primaria de proteger sus recursos. ¿Qué sería de nuestra isla hoy si esas grandes luchas por el ambiente no se hubieran dado?

La crisis social sería mucho más grave en un territorio donde recursos básicos como el agua, el paisaje, las bellezas naturales y otros atributos de la naturaleza escasearan. Tenemos muchos recursos en riesgo, pero igual abundancia para celebrar y atesorar.

¿Será que otra realidad es posible?

Otra realidad existe. Muchas veces no la vemos y quedamos atrapados mental, emocional y discursivamente en la crisis del momento como si la quiebra criolla, los bonistas, la Autoridad de Carreteras, Moody’s o el BGF caracterizaran al país.

Más impuestos a la gente no son la forma de activar la sociedad para atender las crisis. Debemos alimentar la activación social para construir una realidad diferente. De la protesta que señala y defiende, a la propuesta que asume responsabilidades. Esa ruta de la autogestión construye mundos diferentes.

Al final del año, podemos rendir cuentas desde la montaña con el Bosque Escuela, donde ya han participado más de 10 mil jóvenes en dos años; la Escuela Comunitaria de Música, que recibe alrededor de 100 estudiantes semana tras semana; la estación de Radio Casa Pueblo; el mariposario y el Café Madre Isla, semilla primordial de la independencia económica de Casa Pueblo.

Asimismo, con la reforestación nacional comunitaria del Bosque del Pueblo, una actividad sin precedentes en la historia ambiental del País; con la construcción de una nueva herramienta de desarrollo y conservación con el Bosque Modelo; y abordando el amargo tema energético con propuestas que incluyen la modernización del alumbrado público, entre muchos otros proyectos.

Día tras día abrimos a todos nuestra Casa Pueblo para consignar que existe otro país en el cual sus habitantes celebran a diario la vida en sus múltiples formas.

Esa felicidad de luchar y la esperanza que de sí se desprende es un compromiso largo, regenerativo, que no culmina con un ciclo solar.

(El autor es catedrático de la Universidad de Puerto Rico, director asociado de Casa Pueblo y columnista de La Perla del Sur)

http://www.periodicolaperla.com/index.php?option=com_content&view=article&id=6703:puerto-ricoisera-que-otra-realidad-es-posible&catid=151:desde-la-montana&Itemid=473

2014-12-10Columna