El Instituto Comunitario de Biodiversidad y Cultura (ICBC) es el brazo educativo de Casa Pueblo de Adjuntas. Fundado en el 2002 mediante acuerdo de colaboración entre la Escuela Elemental Washington Irving, el Recinto Universitario de Mayagüez y Casa Pueblo, el ICBC cuenta con un auditorio, laboratorio de ecología, salón de música y galería de arte. Desde el 2011 opera con energía solar. Además, los programas educativos del ICBC utilizan salones no tradicionales para promover experiencias de aprendizaje integral, divertidas y prácticas. Un mariposario, el sistema de cultivo hidropónico, la cuenca hidrográfica y el Bosque Escuela son instalaciones complementarias que fomentan el desarrollo de estudiantes líderes y activos en la defensa del patrimonio natural y cultural.

Como parte del programa académico se brindan cursos a estudiantes de escuela elemental, intermedia y superior así como a nivel universitario. Igualmente, familias e individuos del país se benefician de los programas educativos. Estos programas incluyen:

  • Educación ambiental incluyendo experiencias prácticas en el manejo de recursos naturales, biodiversidad, propagación de Lepidóteras, interacciones ecológicas, propagación de plantas, diseño e interpretación del paisaje, calidad de agua, investigación científica, entre otras.
  • Educación humanista a través de las artes: Escuela Comunitaria de Música, Galería de Arte y Clases de Pintura.
  • Agroecología para el rescate de la cultura de trabajo agrícola y la conservación de los recursos naturales: sistema hidropónico, cafetal y jardín agrícola en el Bosque La Olimpia.

Otros colaboradores del ICBC incluyen al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, el Instituto Smithsonian, la Pontificia Universidad Católica de Ponce, “Alternative Spring Break Program” de Michigan State University, la Universidad de Idaho y la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas, entre otros.

 

Marco Curricular y Filosofía Educativa

El Instituto Comunitario de Biodiversidad y Cultura (ICBC) desarrolla en estos momentos un proyecto que emanó de la autogestión comunitaria y desembocó en una escuela ambiental como un proyecto modélico para Puerto Rico. Desde los comienzos de Casa Pueblo, el taller se involucró en una autogestión comunitaria. La autogestión comunitaria es un fenómeno de transformación social que se produce cuando una comunidad se une para actuar sobre los problemas que le rodean, tanto políticos, económicos y sociales para hacer cambios. Media la voluntad y la disposición de la comunidad para expresarse y actuar en torno a los asuntos que le afectan presentando alternativas y asumiendo responsabilidades. Tres pilares básicos acompañan la autogestión para garantizar su continuidad y trascendencia: la mística, la ética y el humanismo. Desde sus comienzos, Casa Pueblo ha sido, es y será un agente catalítico o agente provocador de cambios sociales, ambientales, educativos y de luchas justas para la comunidad de Adjuntas y Puerto Rico. Con el devenir del tiempo, descubrimos que la comunidad no es solamente la inmediatez de nuestro pueblo natal sino que la autogestión comunitaria ha transformado su definición a lo siguiente: la comunidad es la patria y la gestión comunitaria son los deberes y derechos que la sociedad civil ha ejercido y realizado en torno a las metas comunes de los puertorriqueños en la búsqueda de una sociedad más justa, más armónica y más universal.

Con el apoyo de los padres, el componente de Casa Pueblo y sus obreros voluntarios, profesores universitarios, científicos, artistas y la participación de nuestros estudiantes como protagonistas de este proceso, se establece el comienzo de una nueva etapa de comprensión, de lucha, de educación y de expansión de la conciencia para los fines de educar hacia la conservación de esa plataforma geológica donde se asienta la patria para nosotros y las generaciones futuras. Con ese sentido de responsabilidad social, ambiental, político e histórico, nace el ICBC.

El ICBC fomenta la investigación como alternativa real al aprendizaje ya que la enseñanza tradicional presume que (i) el estudiante no sabe y viene a aprender, (ii) el maestro sabe y viene a enseñar a quien no sabe y (iii) la inteligencia se llena progresivamente por la acumulación y repetición de conocimientos. La escuela transmisiva o la escuela mecánica repite las vivencias externas en un estado de inconsciencia. ¿Enseñar, aprender o experimentar? En el ICBC, la escuela comunitaria mantendrá una búsqueda continua del conocimiento a través de la gestión individual, de la autogestión colectiva, utilizando la investigación como método para lograr el éxito de estas tareas. La escuela comunitaria será la síntesis de la suma de los momentos de análisis de la realidad siendo la investigación el medio para realizar estos análisis. Los participantes del proceso, el estudiante, el maestro, el voluntario de la comunidad, todos estarán en posesión de la gestión de su propio conocimiento utilizando todas sus capacidades. Nos involucraremos en el proceso de una realfabetización creadora. La diferencia entre la alfabetización mecánica y la alfabetización creadora es que la alfabetización creadora está acompañada de una experiencia inmediata que activa el conocimiento y la memoria por medio de los sentidos. Entonces, la palabra o aprendizaje, producirá una resonancia en la consciencia. La resonancia es el sonido producido por reflexión o sonido elemental de los que acompañan a una nota musical. Así que la alfabetización mecánica es superficial, no tiene eco en el intelecto porque no hay reflexión. No se produce resonancia. Por tanto, no permitirá una expansión de la consciencia que es lo que perseguimos como ideal educativo.

Para el ICBC, el participante es un todo o un microuniverso que domina su medioambiente, el estudiante seguro de sí mismo sabrá buscar el conocimiento porque estimularemos la actividad de curiosidad intelectual en el mismo.

El ICBC es un proyecto modélico institucional que se regirá por un protocolo dentro del siguiente marco conceptual.

Confrontar el desarraigo y la alfabetización mecanizada por un proceso de realfabetización creadora. El estudiante se reeduca y retoma el verdadero significado de las palabras. Por ejemplo, cuando el participante se refiera al bosque, al árbol, a la hoja, que éste la pueda experimentar, palpar, y sentir sus venas. Es decir, salir de la teoría y palabras sin resonancia.

  1. La incorporación de un diario al currículo cumplirá dos funciones: una prueba diagnóstica sobre el progreso educativo y una muestra del progreso en el proceso de realfabetización creadora.
  2. Aumentar el vocabulario de términos científicos ya que los estudiantes han sido privados del mismo y están contaminados con palabras sin sentido, sin trasfondo cultural que en la mayoría de los casos copian de los medios de comunicación masiva.
  3. Poner en práctica y desarrollar la teoría de los pequeños profesores donde el estudiante adquirirá por la práctica y la experimentación científica una capacidad para comunicar y educar a otros sectores de la comunidad tales como sus mentores, padres, visitantes y sociedad civil.
  4. El ágora era la plaza donde se reunían las asambleas públicas en la antigua Grecia. El ICBC debe ser en estos tiempos ese foro de reaprendizaje y discusión de los elementos de la naturaleza y de la vida misma para lograr procesar la realidad de una forma más ecléctica, integrada y universal, según nos señala el maestro Eugenio María de Hostos en su obra Madre Isla. El cambio que se aspira es salirnos de un estado de inconsciencia a uno de atención concentrada sobre lo que somos y lo que nos rodea, ya que la conciencia va descubriendo la esencia y es precisamente la expansión de esa conciencia colectiva la que permitirá que la sociedad civil eleve entre sus prioridades la conservación del suelo patrio en torno a la integridad de nuestro ambiente, la cultura y las luchas como nación.
  5. La visión no es excluyente de ningún sector de la comunidad. La educación será un proceso recíproco de transmisión de conocimientos desde la comunidad hacia nosotros y desde nosotros hacia la comunidad.
  6. El ICBC fomentará valores de nuestra identidad medianteun reaprendizaje, una formación donde el estudiante conozca primero quién es como ser humano y qué es lo que le rodea. Además de aprender directamente la matemática, es preciso que primero aprenda que él es naturaleza y vive bajo los impulsos de los elementos naturales, que la naturaleza es parte integral de nuestro ser, que respondemos a ella y por supuesto es necesario conocerla e identificarse con ella.

El proyecto ICBC es uno de redención social que propone la transformación por medio de la reeducación como elemento fundamental para la erradicación del crimen, la delincuencia juvenil y la deserción escolar. Nos adscribimos a las palabras del maestro Eugenio María de Hostos cuando en sus postreros años señaló “al propósito sano, bueno y necesario, de dominar la criminalidad escandalosa, repugnante y peligrosa, sólo se puede llegar por medio de una educación. Y como la educación completa de todas las aptitudes individuales y sociales, no habrá necesidad de que la educación común se ponga a hacer sabios, sino de que ponga a formar hombres”. Por supuesto, Hostos quiere decir aquí, hombres y mujeres, personas.